Hacer una gratiferia – Por Beatriz Pérez
Lo libre, no lo intercambiable, como una forma de conectarse, encontrarse, aprender y aportar. La autora nos muestra cómo funciona y cómo se hace la revolución que significa dar en lugar de descartar, recibir en lugar de comprar.
Por Beatriz Pérez
“La Gratiferia trasciende el concepto del trueque porque no hay noción de reciprocidad… es liberación material”. Ariel Rodríguez
Hitos de la Gratiferia de Boston
Desde el 2011, inspirados en la iniciativa del argentino Ariel Rodríguez, nació en Medellín la Gratiferia como un espacio de encuentro para compartir todo tipo de objetos en buen estado, sin necesidad de intercambio, sin trueque, sin contraprestación, sin dinero; es decir, ¡100% gratis!
La primera aparición en la ciudad se llevó a cabo en el festival Consuma Conciencia, el 9 de marzo de 2011, organizado por el restaurante Vergarden en la Villa de Aburrá. Este evento propuso un ejercicio de reflexión sobre el consumo responsable.
Bajo el lema “Trae lo que ya no usas y llévate solo lo que necesitas” la Gratiferia se expandió en la ciudad. Los lugares que la acogieron inicialmente fueron la urbanización Carlos E. Restrepo, el Centro Cultural Govindas y el Parque de Boston, donde se consolidó; allí fue celebrada los segundos sábados de cada mes, en horas de la tarde, durante los años 2012 a 2016.
Para abril de 2014 surgió la iniciativa Compartir Medellín, que promueve el consumo colaborativo y la economía del compartir para el bienestar de todos. Ese año se articuló con la Gratiferia para celebrar el Día Mundial del Compartir (The Global Sharing Day), conmemoración impulsada por el movimiento “La gente que comparte”, creada en el Reino Unido y “que busca redefinir el mundo a través del compartir, aprovechando el poder de la reciprocidad para crear estilos de vida más sustentables, felices y saludables y cuya visión del futuro es contar con una economía del compartir próspera, donde la necesidad de posesión sea transformada y cada persona comparta habilidades, tiempo, recursos, conocimientos, oportunidades, ideas, bienes y servicios”, como reza en la descripción de su página web.
El 7 de junio de ese año nos unimos entonces a la celebración mundial, convocando a varias organizaciones y personas amigas que compartieron de manera gratuita sus objetos, tiempo, habilidades y conocimientos; como resultado se generó un espacio de convivencia y creatividad que contó con la asistencia de unas cuatrocientas personas.
Unidos al espíritu de compartir no solo objetos sino también talentos, conocimientos y quehaceres, en febrero de 2015 nació el Parche de Costura, una iniciativa asociada a la Gratiferia que surgió con el ánimo de generar un encuentro alrededor del reciclaje textil, el amor por la costura y el encuentro en el espacio público.
La segunda versión del Día Mundial del Compartir (The Global Sharing Day), en 2015, se realizó de nuevo de manera asociativa con la Gratiferia de Boston; el evento permitió esta vez la unión de otras personas y la participación de quienes nos acompañaron en la primera versión, viviendo de nuevo un espacio de encuentro y de creación colectiva.
Más recientemente, en abril de 2016, las organizadoras de la Gratiferia de Boston decidieron iniciar una itinerancia del evento trasladándolo al Parque Obrero, ubicado en el mismo barrio. Durante este año se han experimentado otras formas de convocatoria a través de la publicación de un fanzine y nuevas formas de montaje de los objetos a compartir.
El 22 de abril de 2016 la Gratiferia se sumó al evento Caminá pa’l Centro por medio de la actividad llamada Entre vecinos de las Torres de Bomboná. Allí se vieron por primera vez estrategias de consumo colaborativo. Y en junio se unió a la Semana Mundial del Compartir, liderada por Compartir Medellín, en compañía de diez iniciativas y espacios colaborativos de la ciudad.
A lo largo de estos cinco años la Gratiferia se ha celebrado en otros lugares de la ciudad y la región, como la tienda y restaurante Espíritu Libre, el Parque de Bomberos, los encuentros de yoga organizados por Atman Yoga, en la biblioteca de La Floresta, en el Tecnológico de Antioquia, de manera constante en los parques principales de Girardota y Copacabana, en el Centro Cultural de Moravia, el Parque Juanes de La Paz; y en eventos como el Festival del Compartir del Jardín Botánico de Medellín en noviembre de 2014 y 2015, el Pacto Mundial Consciente y el Bazar de la Confianza organizado por la Cooperativa Confiar en varias de sus versiones.
La Gratiferia refleja el fluir de la vida, el continuo cambio y la transformación; la manera como se asume y proyecta está dada por el espíritu, la energía y la voluntad de las personas que llegan, se involucran, comparten y la disfrutan.
¿Cómo hacer una Gratiferia?
A partir de la apropiación de la Gratiferia en Medellín y la motivación de compartir los aprendizajes para que sea replicada en otros lugares de la ciudad, se proponen los siguientes pasos:
- Siéntete en abundancia
¿Cuántas cosas tienes en tu hogar que ya no usas?
¿Conoces personas interesadas en compartir lo que hacen o lo que saben?
Se trata de agrupar objetos propios, de personas cercanas o de quienes quieran unirse a la actividad; los objetos deben cumplir una mínima condición: que estén en buen estado y limpios. Se sugiere además organizar una programación paralela con invitados que compartan sus gustos, aficiones, conocimientos a manera de taller, de presentación o demostración; todo esto en resonancia con la percepción del mundo desde la abundancia, y generando un ambiente de convivencia, cooperación y alegría.
- Define un punto de encuentro
¿Dónde quieres hacer la Gratiferia? ¿En un parque? ¿Con los compañeros de trabajo? ¿Con amigos, la familia?
Define el día, la hora y el lugar. Si la intención es que lleguen muchas personas, es mejor utilizar un espacio público.
Se recomienda que la duración del evento no sea mayor a tres horas.
- ¡Listos para compartir!
¿Qué tipo de objetos y talentos quieres que se compartan?
La Gratiferia puede abordarse en un sentido amplio o ser temática, es decir, en la que se compartan objetos de hogar, ropa, libros, juguetes, zapatos, accesorios, juegos, aficiones, talentos, conocimientos…
Se sugiere hacer la difusión del evento con allegados, con una semana de antelación como mínimo, y ubicar los objetos de manera atractiva y al alcance de todos.
- Visibiliza el sentido: 100% gratis
¿Para qué y por qué se hace?
Es importante anunciar el motivo por el cual se hace y transmitir el espíritu de esta iniciativa con mensajes que refieran a su carácter libre: para compartir, voluntario y sin dinero. Cuando se genere demanda de varias personas hacia un objeto específico se sugiere reunir a los interesados e invitarlos a compartir el porqué de la necesidad del objeto, para determinar su destino, esto ayudará a que llegue a las manos de quien realmente lo necesita.
Estas son las dimensiones que contempla la Gratiferia y que pueden ser inspiradoras para mensajes que acompañen su realización:
Esencial | Ambiental | Económica | Social |
Se inspira en la forma en que la naturaleza da, con generosidad, abundancia, sin solicitud de reciprocidad.“Sana la ilusión de escasez”, A.Rodríguez Es libre, flexible y se adapta a los espacios y condiciones. | Le aporta a la reducción del impacto de la demanda de lo nuevo y en consecuencia del uso de materia prima y de la naturaleza como recurso. | Al ser 100% gratis, permite ahorrar dinero y aportarle a la recursividad para obtener lo necesario.Promueve el consumo responsable y consciente. Hace parte de la economía colaborativa. | Es una manera de dar vida al espacio público, desde el encuentro entre iguales. |
Opciones de mensajes que pueden hacerse visibles en el evento:
¡Comparte lo que ya no usas y llévate solo lo que necesites!
Trae lo que quieras (o nada), llévate lo que quieras (o nada)
¡Comparte lo que te gustaría recibir!
¡Da lo que quieres recibir!
- Posgratiferia: ¿Qué hacer con lo que queda?
Se han detectado varias posibilidades de disposición de lo que queda de una Gratiferia: a) Contar con un espacio para almacenar los objetos. b) Donar a fundaciones u organizaciones sin fines de lucro. c) Devolver los objetos que quedan a quienes los trajeron. d) Difundir los objetos por medio de las redes sociales. Las Gratiferias cuentan con grupos en Facebook donde se comparten fotografías y publicaciones de objetos a disposición, así como los eventos que promueven el encuentro físico.
Voces sobre la Gratiferia
A continuación, las apreciaciones de algunas de las personas que han liderado las Gratiferias en Medellín. Responden fundamentalmente a la pregunta sobre cuál es la importancia de este evento para la ciudad y sus habitantes.
“Decidimos un día poner en marcha en la ciudad la idea de la Gratiferia con el fin de reeducar nuestra forma de relacionarnos con los demás y nuestras necesidades, de cómo por medio del dar desinteresado aprendemos a valorar la cooperación mutua y lograr más armonía en el diario vivir. La Gratiferia, además, tiene la bondad de fomentar la reutilización de objetos para alargar su vida útil y permitirle un respiro al planeta en la extracción masiva de recursos para saciar las necesidades que hemos creado como sociedad”.
Juan Pablo Barrera Maya, cocreador de la Gratiferia en Medellín
“Es un lugar donde se respira y se siente la libertad, se conversa y se aprende. Un evento que nos sorprende porque cada Gratiferia tiene algo para descubrir. Allí se aprende que la abundancia sí existe y está en todas partes y nos muestra que la pobreza solo reside en la mentalidad de quien la crea y por ende la experimenta. Contrario a lo que se piensa, este evento no trata de ayudar a los ‘más necesitados’, porque aquí todos somos iguales en el sentido de que todos necesitamos lo mismo (dígase lo básico para vivir entre alimentos, afectos, entre otras cosas) y siempre necesitamos algo, aunque de forma distinta porque no todos consumimos lo mismo o la misma cantidad de las cosas. Es una economía respetuosa con el medio ambiente, equitativa y además divertida donde se da sin mirar a quién y donde se recibe sin saber de quién. La Gratiferia a algunos nos pone a prueba respecto a las creencias que tenemos sobre los hábitos del consumo y de vida. Además, nos invita a reflexionar sobre temas trascendentales como el consumismo, el apego, incluso la misma muerte. Es una de esas cosas que solo comprendes hasta que la vives”.
Vanessa Rojas Lopera, participante de la Gratiferia de Boston desde 2012, actual líder.
“La Gratiferia es un nuevo aprendizaje cultural, ayuda a la conservación y cuidado del medio ambiente; además, es un espacio para superar el miedo a la codicia, a desprendernos de nuestros objetos personales, aquellos que más queremos, o con los que más nos identificamos, invita al desapego de lo material. Es importante porque ayuda a muchas personas a que tomen conciencia a no acumular cosas, objetos o pertenencias, y enseña la cultura del mutuo compartir”.
Inés Betancur Arango, participante de la Gratiferia de Boston desde 2013
“La Gratiferia es un espacio en el cual se aprende a compartir, a liberar, a soltar objetos, saberes, sabores. Es demasiado bonito este espacio, lleno de amor; de repente alguien llega con una blusa u otra cosa material, otros llevan comida, otros hacen música, otros dan abrazos y entre todos comparten y a la vez sueltan, la enseñanza es que mientras más sueltes mas se expande el corazón y más te llenas de amor, ¡y más cosas bonitas llegan!”.
Elizabeth García, líder de la Gratiferia del Tecnológico de Antioquia y participante de la Gratiferia de Atman Yoga
“La Gratiferia en Girardota ha significado en lo personal un espacio creativo, dinámico y lleno de colores. Es la multiplicidad de resignificar la mirada, la palabra, el silencio y el gesto con las otras personas, con la naturaleza que se hace creadora de una tarde de domingo. Es un constante habitar-nos y des-habitar-nos de las formas opresoras, esquemáticas, darle vida al compartir en su movimiento orgánico y sensible. Desde el libro que se toma entre las manos hasta la mirada que presencia las lecturas que atraviesan el cuerpo se sacuden para recrear el mundo desde otras perspectivas, cuestionarse, desacomodarse y desprenderse de lo que creemos que somos y lo que en realidad elaboramos cuando se disponen otros actos de encuentro con los otros y las otras. La Gratiferia es un perifoneo que comienza a surgir de lo natural cuando ya nos ha dejado escucharnos a nosotros mismos”.
María Camila Carmona Arboleda, promotora de la Gratiferia en Girardota
“Para mí la Gratiferia es el granito de arena que cada uno puede aportar a la disminución de la contaminación del planeta, puesto que una gran parte de la contaminación es causada por la industria textil. Es también una valiosa manera no solo de dar o recibir sino de compartir desde una prenda, un libro, un arte u oficio hasta el hecho de encontrar nuevas y grandes amistades, que de otra manera no se hubieran cruzado con nosotros en el camino. Mi vínculo con la Gratiferia inicia cuando deseo compartir prendas y libros que ya no necesitaba, pero que tampoco quería botar porque sabía que a alguien más les servirían, y estando allá me entero que además de eso la gente va a compartir también sus saberes y entonces empiezo a hacer parte de ellos y a enamorarme de ese espacio y la gente que lo habita”.
Florelia Carvajal, líder de la Gratiferia del Centro Cultural de Moravia
“La Gratiferia es importante porque ayuda al reconocimiento de aspectos de la realidad del ser humano que aún no se han apropiado y que son los causantes de que en el mundo existan guerras, miseria y devastación de la naturaleza. (…) Somos una red humana, estamos conectados, somos parte de un todo y por lo tanto lo que le pase a una parte afecta al todo. En la sociedad actual impera el solipsismo, cada quien lucha por sus intereses pasando incluso por encima de los intereses de los demás, la competencia es algo que se ha instaurado en las relaciones humanas. La Gratiferia es un espacio de encuentro en donde se invierte la lógica competitiva al proponer dar desinteresadamente, ayudar al otro sin pedir algo para sí. Muchas son las reacciones que surgen en este ejercicio, las personas no creen que puedan obtener algo sin tener que dar algo a cambio, se avergüenzan o dudan y este es un proceso que ayuda a incorporar de nuevo el pensamiento de red y de apoyo mutuo que hemos perdido. La escasez no existe, la ha creado el hombre con su ilimitada ambición, egoísmo y mala repartición de los bienes. En la Gratiferia abundan los objetos, la comida, las ideas y los servicios. Las personas que en su cotidianidad se sienten pobres encuentran en este espacio que la clave de la abundancia es el compartir, porque todos tenemos mucho para dar y cuando todos lo hacemos la riqueza es tan grande que siempre excede. De esta manera la Gratiferia nos muestra que está en nuestras manos enriquecer o empobrecer el mundo donde vivimos”.
Hilda López, promotora de la Gratiferia de la Biblioteca de la La Floresta
Saber más
La Gratiferia, la economía de la nueva era. https://www.youtube.com/watch?v=jXUBKSTbwR0
¿Qué es una Gratiferia? https://www.youtube.com/watch?v=-QGO8oGr44s
La Gratiferia, RAMÍREZ, Simón. http://revistadimensiones.blogspot.com.co/2015/04/la-gratiferia-simon-ramirez.html
Agradecimientos:
Esta publicación contó con la colaboración de Vanessa Rojas, de la Gratiferia de Boston; Elizabeth García, promotora de la Gratiferia del Tecnológico de Antioquia y participante de la Gratiferia de Atman Yoga; Hilda López, líder de la Gratiferia de la biblioteca de La Floresta; José Milla, cocreador de la Gratiferia en la ciudad y líder de la Gratiferia de la tienda y restaurante Espíritu Libre; Juan Pablo Barrera, cocreador de la Gratiferia en la ciudad; María Camila Carmona, promotora de la Gratiferia en Girardota, y Florelia Carvajal, líder de la Gratiferia del Centro Cultural de Moravia.